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La verdad en el mar sin orilla.


"Esta mortal e intolerable verdad: que todo pensamiento profundo y severo no es sino el intrépido esfuerzo del alma por mantener la abierta independencia de su propio mar, mientras que los más furiosos vientos del cielo y de la tierra conspiran por arrastrarla hacia la orilla traidora y servil.

Pero solo en la soledad del mar sin orilla, reside la verdad más alta, tan inacotada e indefinida como el propio Hacedor: antes perecer en esta infinitud que ser arrastrado sin gloria a sotavento, incluso aunque la salvación resida en ello. Pues ¿quién quisiera, como un gusano, arrastrarse cobardemente hacia la tierra?

De "Mobby Dick", por Joseph Conrad.



Llevo un rato delante de la página intentando atacar las teclas del ordenador y, ciertamente, no sé que poner, aunque si sé lo que quiero deciros. Y no sé qué poner porque lo que quiero deciros ya está bellísimamente expresado en este fragmento de Conrad, así que no me queda más remedio que repetirlo: que mantener la independencia del propio mar exige un intrépido esfuerzo del alma, pues eso. Que las orillas, que los puertos, son las más de las veces cobardes refugios donde nos protegemos de los embates de los furiosos vientos, incluso de los no tan furiosos, pues eso. Que el espíritu, sometido ya ante la imagen de su propia traición claudica embotado y servil, pues eso. Porque solo en la soledad del mar sin orilla reside la verdad más alta. Pues eso.


Y si alguna orilla buscamos que sea la de la verdad propia que no puede consistir en otra cosa que en romper los barrotes visibles o invisibles que hipotecan nuestra libertad. "La ontología crítica de nosotros mismos debe de ser entendida no como teoría, ni como doctrina, ni tampoco como un cuerpo de conocimientos durables que va en aumento; debe ser concebida como una actitud, un ethos, una vida filosófica en la que la crítica de lo que somos sea al mismo tiempo análisis histórico de los límites que se nos imponen, y experimentación de la posibilidad de transgredirlos. " Este era el reto del filósofo Michel Foucault: no consiste tanto en intentar liberar al individuo del Estado, y de sus instituciones, cuanto liberanos a nosotros mismos del Estado y del tipo de individualización que este conlleva. Hemos de promover nuevas formas de subjetividad que se enfrenten y opongan al tipo de individualidad que nos ha sido impuesta durante muchos siglos."


Nos sentimos arrastrados por las fuerzas irracionales de nuestra vida social, que estimamos y desestimamos casi al unísono, y nadamos, las más de las veces a contracorriente, sin saber muy bien a qué puerto nos dirigimos, repitiendo destinos que entre la bruma marina concebimos como abrigos más seguros de lo que finalmente se nos demuestran. Esas fuerzas irracionales están íntimamente ligadas a poderes institucionalizados, socialmente aceptados y acatados, cuya genealogía desconocemos y que se nos presentan como una maraña insuperable. Siempre digo que lo importante es encontrar el cabo de lana con el que empezar a deshacer la madeja, un instrumento para mí imprescindible son los análisis sociológicos, en ese sentido, de pensadores como Nietzsche, Marcuse o Foucault, éste último autor de esta obra "Hermenéutica del sujeto", que ha sido y es fundamental en mi vida y del que os hablo muchas veces. Es un libro pequeño y de fácil lectura, pero de pensamiento profundo y severo que puede ayudarnos a luchar por la independencia del propio mar", con una estupenda introducción además de Fernando Álvarez-Uría. Esdedesear.

La oportunidad perdida

"Como ya he dicho alguna vez, todos estábamos unidos por el lazo del mar, que, además de mantenernos juntos los corazones pese a largas ausencias, tenía el efecto de hacernos tolerantes a las historias, incluso a las convicciones ajenas."
De "Alma negra" por Joseph Conrad.


Cuando, en la plácida mañana de ayer domingo, leía este fragmento de Conrad, referido a la amistad entre marinos, me pareció una forma bella de definir la relación, ya sea real o imaginaria tanto da, que nos vincula afectivamente en esta particular vida literaria de la red. Unidos por el lazo del mar... nos hacemos tolerantes a las historias, incluso a las convicciones ajenas. No sabía entonces que sobrevendría, en la noche, un nuevo envite con el que poner a prueba la capacidad, implícita en el amor por la libertad y su materialización en la democracia, de tolerancia por las convicciones ajenas. Y lejos de hundirme en las procelosas aguas del océano de las diferencias, seguí a flote, aferrada a los ya escasos pero cada vez más sólidos troncos de mi balsa, inasequible al desaliento.


"Intérprete autónomo" era el nombre que daba Váttimo, como os comenté hace tiempo, a la condición necesaria del hombre en una sociedad confusa. Así me siento, pero no nihilista, porque he de confesaros que, ante la urna de mi colegio electoral se me siguen subiendo las lágrimas a los ojos en el momento de votar. Siento en la garganta emoción y rabia al mismo tiempo. El símbolo de la conciencia ciudadana realizándose y la rabia de una nueva decepción en ciernes. Pero en el camino se abre paso, de una u otra forma, la fuerza de la verdad, aunque no nos lo parezca, entre la poderosa bruma.

"Es precisamente la gente que llamamos intelectual la que tiene la inteligencia y las agallas para permitirse que la imagen de uno mismo sea flexible. Esto no es tan fácil y mucha gente no lo logra. La diferencia entre los intelectuales y las masas es la diferencia entre la gente que puede mantener varios vocabularios en la cabeza al mismo tiempo y la gente que solo puede mantener uno."
De "Cuidar la libertad" Entrevistas sobre filosofía y política con Richard Rorty.

Rorty representa un modelo de pragmatismo de pensamiento con el que me gusta identificarme. Una búsqueda de conciliación entre creencias e intereses personales pero en dirección siempre a la verdad en sentido platónico y el intento de que lo hallado, los resultados, sean eficaces y útiles, para la persona y la sociedad. "Si no hay un movimiento de izquierdas con propuestas concretas de solución que se puedan presentar como alternativa en la esfera pública, entonces dejamos el campo abierto a los demagogos" Dice, en otro momento. Propuestas, concretas, de izquierdas... Se ha perdido la oportunidad, en mi opinión, ahora cúanto cabe esperar de nuevo?. No creo que mucho tiempo, me pregunto qué votaron los jóvenes. De ellos dependen las próximas elecciones. Esdedesear.