Un regalo para el ayudante.

Un vecino del huerto le hizo este regalo a mi buen ayudante, que quedó mudo sin saber que decir, aunque su sonrisa y su mirada, confirmaron que la ilusión se apodero de él.

La collera de palomos es realmente bonita y parece que el destino quiso decirnos unos días antes que estas seria su nueva casa, puesto que una de ellas se posó en el huerto brevemente.

En principio las hemos metido en el gallinero, pero habrá que hacerle su propia vivienda, así que nuevo encargo y nueva tarea.



Pablo Abraira - Gavilan o paloma