Se duplica la petición de préstamos rápidos

Los créditos rápidos, también llamados microcréditos, micropréstamos, minipréstamos, minicréditos, creditos online, préstamos rápidos, préstamos con asnef, préstamos online, o mini créditos al instante sin papeleos, vuelven a latir con fuerza en los bolsillos de las familias españolas. El mercado de este tipo de créditos sigue al alza.

En solo un año este sector habría duplicado sus clientes en España, de medio millón a un millón, lo que supondría haber pasado de prestar 270 millones a 540, según las estimaciones de su patronal para 2015, la AEMIP. Las cifras incluso podrían ser mayores, ya que solo agrupa a una parte de las muchísimas empresas dedicadas a este negocio y que quedan al margen de supervisores como el Banco de España.

Otro indicador que apunta a esa fuerte penetración del crédito rápido en la población se halla en las estadísticas de los EFC (establecimientos financieros de crédito). No todos los EFC comercializan préstamos con intereses desproporcionados a consumidores, pues en el saco de los EFC también hay que meter a financieras de empresas (‘leasing’, ‘factoring’) o entidades de crédito hipotecario, distribución, automoción, etc. Pero lo cierto es que en este conglomerado encontramos filiales de la banca española y extranjera, como Cetelem (del banco francés BNP Paribas). Estas empresas, aunque estén supervisadas por el Banco de España, pueden llegar a exigir intereses abusivos, como un crédito rápido.

Pues bien, según datos de la ASNEF, el número de nuevos contratos de créditos al consumo comercializados por EFC ha crecido un 25,04%, alcanzando en junio de 2016 los 4.115.396. Y, en cuanto al volumen de dinero prestado, el saldo de este tipo de préstamos alcanzó en dicho mes los 40.573 millones de euros, lo que supone un aumento mensual del 2,9% y del 12% en lo que va de 2016, cifras del Banco de España que en todo caso corresponden a todos los EFC, tanto a los que venden créditos rápidos como a los que no.

Entre las causas de este aumento, además de su fuerte presencia publicitaria en los medios de comunicación, hay que señalar la ausencia de alternativas reales de financiación para las familias españolas, acuciadas por una crisis que aún dura por mucho que voces interesadas repitan que ya hemos salido de ella.

En este contexto, la banca tradicional, ávida de ingresos para equilibrar sus cuentas tras años de desmanes, no solo no acaba de abrir el grifo del crédito a los hogares, sino que incluso está encareciendo las condiciones para acceder a los créditos al consumo y alestudio, como ha comprobado ADICAE.

Esta tendencia, que contradice los objetivos de las bajadas de tipos de interés del Banco Central Europeo –dirigidas a reflotar el crédito y la economía real-, empuja a muchas familias a buscar otras vías de financiación aparentemente más fáciles de pagar pero casi siempre envenedadas.

¿En qué consisten los créditos rápidos?

Fundamentalmente esta clase de créditos están destinados a personas que tienen una necesidad urgente de dinero, incluso de cantidades muy pequeñas (por debajo de 200 euros, con lo que escapan a la regulación de la Ley de Contratos de Créditos al Consumo). Inundando de anuncios los medios de comunicación, las empresas que los comercializan ponen el caramelo en la boca del futuro cliente: dinero fácil, rápido, sin papeleos ni preguntas.

Los requisitos para conseguirlos son escasos o incluso nulos, apenas basta con aportar el DNI y una fotocopia de los ingresos -nómina, pensión, prestaciones...- y tienen una gran rapidez en su tramitación: 24-48 horas, por teléfono o Internet. Sus plazos de devolución suelen ser muy cortos, incluso por debajo de un mes.

El gran peligro de los créditos rápidos es que los intereses que finalmente pagan los usuarios son totalmente desorbitados, escondidos en la letra pequeña o incluso a veces sin ser mencionados. La inmensa mayoría de las empresas que los comercializan ofrecen unos créditos rápidos que tienen una Tasa Anual Equivalente (TAE, cómputo de intereses que es preciso pagar sumando el tipo de interés nominal, las comisiones y otros gastos del préstamo) superior al 24%, y que llegan hasta el 4.000% en los casos más extremos.

Estas TAE tan elevadas son causadas por desmesurados intereses de demora (que entran en funcionamiento cuando el usuario no puede pagar el préstamo), penalizaciones por realizar los pagos fuera de plazo, costes de tramitación... Incluso hay entidades que comercializan préstamos rápidos que cobran al usuario por incluir su nombre en registros de morosos si éste se ha demorado en los pagos.

Los clientes que los solicitan, que de por sí no suelen contar ya con margen ni colchón económico, se enfrentan a un grave riesgo de sobreendeudamiento. Si entran en impago los intereses a pagar se disparan con TAE abusivas y a medida que avanzan los meses esa espiral se convierte en una deuda insalvable.

Nuevos públicos

Tradicionalmente, estos créditos se venían dirigiendo a grupos de personas especialmente vulnerables y permeables a los abusos financieros, con un bajo nivel de formación, inmigrantes, personas de avanzada edad, parados o familias de trabajadores precarios con bajos ingresos.

Sin embargo, la crisis y las dificultades de acceso al crédito tradicional, están ampliando el abanico de perfiles a un público más amplio y variado que en general comparten el atravesar dificultades económicas o para llegar a fin de mes.

Así, cada vez más personas recurren a estos préstamos para afrontar gastos imprevistos y de urgencia, o incluso para pagar estudios o para pagar otro crédito pendiente. Asimismo, ADICAE también está observando una mayor penetración de estos créditos entre la población joven, con una publicidad muy agresiva especialmente en internet.

¿Quién está detrás de estos ‘chiringuitos’?

Las empresas que comercializan los minicréditos no son bancos, cajas de ahorros, ni establecimientos financieros de crédito (variante a la que pertenecen empresas que ofrecen préstamos a un alto interés pero que sí están supervisadas por el Banco de España). En realidad se trata de empresas inscritas –no siempre- en el Registro Mercantil, lo que, además, dificulta enormemente que un afectado por sus prácticas abusivas pueda ejercer sus derechos.

Y es que, en lugar de ser supervisados por el Banco de España, estos negocios única y teóricamente están controlados por las autoridades de Consumo de cada Comunidad Autónoma, que en la práctica carecen de capacidad para ejercer un control real sobre un mercado en el que se estima que podrían estar operando alrededor de 1.000 empresas.

Esta falta de regulación puede causar que, detrás de una empresa que ofrece créditos rápidos, se esconda realmente un 'chiringuito' financiero, es decir, una empresa que carezca de la profesionalidad y solvencias suficientes como para realizar este tipo de operaciones.

Las ‘sorpresas’ de tu banco

Aunque menos sangrantes, las entidades bancarias tradicionales también ofrecen créditos con intereses abusivos. Una de las maneras más habituales para concederlos, y que no suele asociarse con los créditos rápidos, es mediante las tarjetas de crédito. A través de ellas, los bancos dan dinero a sus clientes de manera inmediata, con costes también muy elevados, en algunos casos por encima del 30% TAE, a lo que es preciso sumar grandes intereses de demora.

De hecho, los intereses se pueden disparar, en cuantía y en el tiempo, si se usa la tarjeta de crédito para aplazar gastos o compras (lo que se conoce por ‘tarjeta revolving’, comercializada también por supermercados y cadenas de distribución). En esta modalidad, cada mes se acaban pagando sobre todo intereses sin apenas amortizar la deuda, por lo que conviene saldar cuanto antes la cantidad pendiente de pago.

Además, los bancos también comercializan los llamados 'créditos preconcedidos', que son un tipo de crédito rápido en el que la entidad financiera primero hace un estudio del perfil de su cliente y le ofrece directamente un crédito sin necesidad de que este lo haya solicitado previamente. Sin duda, los bancos también saben poner el caramelo en la boca para que quien no ha pedido dinero diga ‘sí’ a la primera.

Los créditos preconcedidos tienen una TAE que ronda el 10% en la mayoría de los casos, y pueden pedirse importes de entre 3.000 y 20.000 euros a devolverse en un plazo que oscila entre los 3 y los 5 años. Se distribuyen mediante campañas publicitarias de marketing directo y pueden contratarse principalmente en las oficinas bancarias, cajeros automáticos, banca online o telefónica.

¿Por qué se permite la usura?

La mayoría de estos intereses superan con creces la usura, una figura legal que hay que regular y definir con nitidez, tal como viene reclamando ADICAE. Sin embargo, nadie pone freno.

Hasta ahora la usura se aborda de manera ambigua en distintas normas de nuestra legislación, pero la realidad dice que en caso de conflicto hay que acudir a la jurisprudencia y al análisis del caso por caso con el perjuicio que este enfoque individualista conlleva para la defensa de los consumidores, en lugar de regularla de forma clara y con una solución general y colectiva, como defiende ADICAE.

De hecho, la ley que más se centra en la usura data de 1908 (ley Azcárate) y lo hace de manera ambigua al declarar que “será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso o en condiciones tales que resulte aquél leonino”. Actualmente el interés legal del dinero es el 3%. De hecho, una reciente sentencia del Tribunal Supremo(de noviembre de 2015), apelando a esa ley de 1908, declaró el carácter usurario de un crédito ‘revolving’ cuya TAE era del 24,6 %.

Pero el problema requiere una solución colectiva: ADICAE, tras investigar el mercado de los créditos rápidos y microcréditos, ha denunciado la situación ante las instituciones (Banco de España, CNMC, Ministerio de Economía y Defensor del Pueblo). A la espera de respuestas, la asociación también ha conseguido dar a conocer el asunto a los partidos políticos, responsables de mejorar las leyes de protección a los consumidores.

(*) Artículo publicado inicialmente en la web de Adicae

Apreciación estética: gozar y estudiar.

"Ahora, más que gozar, estudio" Goethe
"Ahora, al mismo tiempo,estudio y gozo" H.R. Jauss y yo.

Actualmente estudio:
"ESTÉTICA. La cuestíón del arte." Elena Oliveras, libro de reelaboración de sus clases dictadas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires durante los años 1997-2004, del que extraigo este interesante texto:

...Hoy diríamos, con Guido Ballo, "que la apreciación estética requiere de un occio crítico". En "Occio crítico", él describe distintas reacciones frente a las obras de arte, pero no incluye la reacción frente a la obra conceptual, puesto que el libro publicado en 1966, coincide con la aparición de la tendencia. Hoy el ojo crítico requeriría de mayor formación teórica para la mayor exigencia de este tipo de obras.

Ballo produce un desplazamiento sinecdótico; transforma a los receptores en "ojos" y así distingue entre un ojo crítico, un ojo común, un ojo snob y un ojo absolutista. El ojo común es que se guía por la costumbre, por lo que ve en reproducciones de almanaque, por lo convencional, lo tradicional. Le importa identificar el motivo, sentir la belleza (de orígen neoclásica), advertir la verosimilitud, el efecto patético, la habilidad manual. Es el ojo del gran público, del que dice no entender de pintura, poesía o música pero, apenas entra en confianza, defiende con obstinación su punto de vista. Es un ojo dogmático, que gusta de la imitación y que se siente engañado y tomado en broma cuando se enfrenta a las novedades del arte.

 Compara el crítico italiano al ojo común con el de un hombre que vive en un valle y, aunque existen otros lugares, restringe todo el mundo a ese lugar, olvida e ignora que fuera de él se hablan lenguas diversas. Los comentarios del ojo común, de acuerdo con el registro que Ballo llevó a cabo en museos, serían de este tenor; "Mi hijo lo hace mejor", "Se parece a una postal" "parece de carne" "el arte es divino" "la naturaleza es la única maestra del arte" "cuando se es genio no se necesitan maestros" "Caravaggio es el pintor maldito" "Rafael, el pintor de la belleza sublime" "Leonardo, genio universal""Modigliani, el pintor de cuellos largos", "Van Gogh, el pintor de la locura", "Digámoslo claro: Hitler estuvo equivocado, pero hizo muy bien en condenar a todos esos horrores que querían ser artísticos"...

¿En qué grupo social se encuentra el ojo común? Segun Ballo, en la pequeña y rica burguesía y también entre operarios, empleados y todo tipo de profesionales, médicos, abogados, ingenieros, profesores, filósofos, teóricos y críticos que han quedado pegados a viejos prejuicios. Recuerda el caso de Benedetto Croce, quién sostuvo que la obra de Cézanne era una aberración. Su ojo ni siquiera era absolutista, sino simplemente común, habituado aún al naturalismo de la vieja escuela napolitana, acota Ballo.

Otro ojo adverso es el que Ballo llama orecchiante (de orecchia=oreja) Es el que habla de oído, (como el que aprende música sin conocer las reglas) Se le pega lo que se hace en el momento, cual si fuera una canción pegadiza:
           defiende lo que en su momento está en la cresta de la ola, lo que está de moda, y que pronto                juzgará con el máximo desprecio cuando pase de moda (OC pag. 84)

   El ojo orecchiante es snob, sigue la moda y opina de arte como si realmente supiera. Puede hablar de todo, de arte de vanguardia, de música electrónica, de cine "raro". Es como un actor que recita sin mucho convencimiento. No lee ni estudia en serio porque no siente verdadero amor por el arte ni tiene base cultural, aunque cree ser un iniciado y pertenecer a una élite. Si le hacemos alguna pregunta en profundidad (que él evitará hábilmente) nos daremos cuenta que es todo "maquillaje cultural"(OC,p.85). Por lo general, ese ojo snob proviene de la pequeña burguesía. Su sentimiento de inferioridad (que adopta un aire de suficiencia del que carece, por lo general el ojo común) se formó, dice Ballo, "en una infancia carenciada, entre cosas banales, con una aspiración continua y secreta de éxito mundano..." (OC, p.84)

Describe luego Ballo al ojo absolutista. No se trata esa vez de un tipo patológico con complejos sino de un observador polémico que niega todo lo que no entre en su campo de visión. O todo o nada. Gran arte o gran idiotez. Es el ojo que apunta en una sola dirección, por lo cual resulta imposible dialogar con él. Puede encontrarse entre los artistas, para quienes opinar de arte resulta casi un acto de fe. Si son abstractos, gustarán de lo abstracto, si son figurativos, de lo figurativo. Aunque no sería lo deseable se encuentra a veces también entre los críticos. 

El ojo que mejor puede apreciar el arte es el ojo crítico. Semejante al ojo clínico del médico, es capaz de detectar en la obra síntomas de su tiempo. Descubre que la imitación del modelo es sólo "uno de tantos puntos de vista" (OC, p.84) y observa que si bien la universalidad del arte es absoluta, las raíces son siempre particulares. Dependen éstas de la atmósfera de cada época, de un grado particular de civilización y de la personalidad concreta del artista. 
      Requiere conocimiento histórico del ambiente y de la cultura en la que el artista y la obra se han         desarrollado ... un proceso que no es fácil, en cuanto está abierto a todo (OC, p.84)

El ojo crítico es un ojo formado. La dificultad está en que no existen reglas para quien quiera formarse; por eso, además de conocimiento, hacen falta intuición, superacion de preconceptos, oportuna puesta en foco del ojo, variación del ángulo de visión para encontrar el más adecuado. La verdadera crítica es,, por lo tanto, conquista" (OC, p.4)"  Esdedesear

Con las piernas de la imaginacion. La filosofía

91, ¡Tómate tu tiempo! es lo que le tendría que decir un filósofo a otro al cruzarse en el camino. Nada mejor dicho que ésto que anotó Wittgenstein, porque el pensar consiste propiamente en hacer tiempo, en temporalizar. Dar tiempo al tiempo, pero sobre todo darle tiempo a tu tiempo, al que serías tu. Y es que vivimos en un tiempo que no piensa , no tiene tiempo, el tiempo del estrés: anticipar es lo contrario de pensar, porque consiste en calcular"

102 Deleuze sobre Nietzsche, en sus mejores momentos; denuncia de la idiocracia.
¡Parece mentira que todavía siga preguntándose para que sirve la filosofía.¡Después de Lucrecio! Sirve la filosofía para contener la lucha contra la estupidez. Para hacer todo lo posible para que la estupidez no llegue a sus últimas consecuencias. Pero la estupidez cada día que pasa se hace más fuerte, en todos los terrenos y desde todos los aspectos. ¡También la propia estupidez, la de uno mismo! Por eso la filosofía ha de ser en primer lugar autoconocimiento!

128 "Solo en el río de los pensamientos y de la vida tienen sentido las palabras (Wittgenstein), pero únicamente porque somos capaces de leer y escribir esas palabras podemos orientarnos un poco en la corriente torrencial del río, en lugar de ser arrastrados sin remisión por su violencias. "Solo leyendo y escribiendo seríamos libres" (Nietzsche) Esto conviene recordarlo hoy más que nunca, cuando abundan los que están convencidos de que para ser libres basta quedar unos con otros para beber cerveza y contar los últimos chismes."

Con estos tres fragmentos del libro de Mariano Rodríguez "El sujeto velado. A partir de Nietzsche y Wittgenstein", aunque podría servirme de muchos otros de entre una interminable colección de textos filosóficos -pero este es el que tengo entre manos- pretendo justificar, ejemplificar, atribuir, mi vocación hacia la filosofía. Son, en concreto éstos, la expresión de una  necesidad subjetiva y práctica, una especie de filosofía aplicada,  por ejemplo en estos tiempos de lucha por el tiempo no hay tiempo de dedicación que más tiempo genere que el tiempo dedicado a pensar (hago uso metafórico de la repetición de la palabra tiempo, a propósito). Es como la energía,  el tiempo del pensamiento no se destruye se transforma;  produce tiempo reproduciéndolo , no lo gasta, no envejece sino al contrario, rejuvenece, "empodera" (odiosa, por manida, muy utilizada hoy)). 

Pero podría reivindicar, como hice tantas veces en otras entradas, cualquier otro valor de mi amor por la filosofía, ese regalo que me ofreció la vida y la "conversión" en un determinado momento. Dice Deleuze que el filósofo es "amigo del concepto", esa es mi mayor y mejor sensación cuando cada día me siento ante un texto filosófico: el disfrute, prácticamente estético, de mi amistad con el concepto, con todo lo oculto que hay detrás de él como un maná, porque es la esencia misma de la comprensión, que da gustito.

Así que, como en las anteriores, haré un mención de las obras que he disfrutado en esta fase nueva de mi vida:

Al principio estaba P. Sloterdijk, os acordais? con "Has de cambiar tu vida". Lo que no cambiaré será mi retorno al autor con frecuencia.
"La herida de Spinoza. Felicidad y política en la vida posmoderna" de Vicente Serrano
"El arte de vivir" de Zigmunt Bauman
"El traspie. Una tarde con Schopenhauer" de Fernando Savater
"Poesía y verdad" de Goethe
"El libro de los Pasajes" de Walter Benjamin (me ocupará mucho tiempo y paciencia)
"Amo, luego existo" de Manuel Cruz.
"El mapa y el territorio" de M. Houellebecq, del que ya comenté el poco interés que me despertó.
"El discurso de la servidumbre humana" de La Boetie
"La fuerza de existir. Manifiesto hedonista" de M. Onfray, Estupenda lectura.
"Estética. La cuestión del arte" de Elena Oliveras.

Ésta última y la mencionada de Mariano Rodríguez, ambas muy recomendables,  me acompañan en este verano caluroso, incluso aqui; en las rocas a veces, en los parques otras, siempre con el mar enfrente cuando levanto la vista.
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Con las piernas de la imaginación. Las series de TV

"La cuna se balancea sobre un abismo, y el sentido común nos dice que nuestra existencia no es más que una breve rendija de luz entre dos eternidades de tinieblas. Aunque ambas son gemelas idénticas, el hombre, por lo general, contempla el abismo prenatal con más calma que aquel otro hacia el que se dirige (...) La naturaleza espera del adulto que acepte los dos vacíos negros, a proa y a popa, con la misma indiferencia que acepta las extraordinarias visiones que median entre las dos. La imaginación, supremo deleite del inmortal y el inmaduro, debería ser limitada. A fin de disfrutar la vida, no deberíamos disfrutarla demasiado."

De "Habla, memoria" por Vladimir Nabokov

Supongo que está bien claro que cuando, en este tiempo nuevo, me encuentro hablando de los placeres de la imaginación, no lo hago en el sentido que Addison en la obra del mismo nombre lo hace, ("Los placeres de la imaginación". Joseph Addison), es decir en su aspecto estético, crítico o poético- aspectos que no me conciernen ni estoy preparada para abordar- sino que hablo de la imaginación como un recurso, una herramienta de disfrute para compensar, en lo que cabe, los malestares del cuerpo; más en sintonía con lo que Nabokov refiere en ese fragmento de ahí arriba, aunque, en total oposición a su consejo, inmortal e inmadura que soy,  yo prefiero disfrutar la vida aunque mañana llore su pérdida.

Viene a mi memoria que, por aquellos primeros tiempos del batacazo brutal, yo estaba "reviendo" por no sé qué vez, la serie "Frasier". Tengo por costumbre, como una vieja usurera, no ver más de un capítulo cada vez de una serie que me entusiasme, siempre con el fin de demorar  el placer para que me dure lo más posible. Y aquel día fatal del informe que me dejó ojiplática, cuando llegó el momento, como otro día cualquiera, también lo vi. Esos paréntesis de disfrute continuaron día a día, siempre que pude permitírmelo. Por suerte esta es una época en que las series de televisión están equiparándose o  superando incluso al cine. Grandes creadores,directores y guionistas como Terence Winter, Phil Abraham, David Chase, Timothy van Patten, Scorsese, Julian Fellowes, Vincent Gilligan y otros muchos, en sus respectivos canales, HBO, AMC, ITV, etc, nos entregan auténticas joyas para el entretenimiento, la pasión, la belleza y la inteligencia. Los Soprano, Mad men, Boardwalk Empire, Breaking Bad, Downton Abbey, títulos de series que fueron y volverán a ser muy pronto una excelente compañia, un caudal de emociones vibrantes que agradezco muchísimo desde "mi breve rendija de luz entre dos eternidades de tinieblas" esas que, por desgracia, se llevaron a James Gandolfini, repentinamente, sin que podamos ya desligarlo jamás del inolvidable Tony Soprano.

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Con las piernas de la imaginación. El cine.

"En la estación de Tarnow hicimos una parada insospechádamente larga. Alguien había hecho volar por los aires la consigna. Los pasajeros de nuestro compartimiento decían que los culpables eran unos saboteadores alemanes. Reinaba una excitación general que rozaba la histeria. Yo también me di cuenta de la gravedad de la situación, pero llevaba en el bolsillo Las aventuras de Simbad el Marino en forma de historieta. Leía aquel libro mientras prestaba oídos a las noticias del andén, donde la muchedumbre se agitaba entre gritos. Estaba muy impresionado, pero al mismo tiempo impaciente por conocer el contenido de los capítulos siguientes de Las aventuras de Simbad el Marino. Esto ilustra bien los caminos que mi imaginación recorría durante la guerra. Finalmente el tren arrancó"
 De "Baltasar" una autobiografía. Por Slawomir Mrozek

Me parece una magnífica imagen, este fragmento autobiográfico de Mrozek- quién en un momento dado también sufrió un duro golpe por culpa de un ictus que le produjo una afasia y la consecuente incapacidad para escribir- para ilustrar lo que vengo descubriendo de la poderosa fuerza terapéutica de la imaginación que nos permite "estar a un tiempo  en misa y repicando".

Repicaba Mrozek con Las aventuras de Simbad el Marino en medio de la gravedad de la guerra, yo repicaba mucho con el cine en mi infancia en medio de circunstancias difíciles. Repicaba cada domingo, con lo ahorrado de la calderilla  que de tios, primos y demás familia era costumbre recibir y además el cine, entonces, era barato, no me digais por qué.

El cine fue otro recurso de la imaginación que nunca me faltó, lo he cultivado sin tregua, me gusta todo aunque no "todo". Como pasatiempo, como emoción, como técnica, como historia, como documentación... Y  todos los géneros, exceptuando el de terror que no me va lo más mínimo, Admiro y venero a los buenos actores, tantos, los de todos, De Niro, Pacino, Streep, Moore, Nolte, entre los actuales,  pero un  largo etc; algunos no hacen una película mala, Philip Seymour Hoffman, y un grande Daniel Day Lewis. A los buenos directores Spielberg, Scorsese, Cóppola, Kubrick, Allen, y larga lista de nuevo. A los guionistas, un buen guión lo es todo.A una película inglesa, a lo Loach, no me puedo resistir, pero tampoco a los folletones de época con Anthony Hopkins y Emma Thompson. A Ivory le perdono todo, y El Padrino I,II,y III como Memorias de África me los se de memoria. El cine lo tiene todo si la película es redonda. La historia, la imagen, la música, la fotografía. Todo. Es el mundo mejor para habitar la imaginación.

Desde hace unos años anoto cada película que veo con una pequeña reseña y una valoración, ya son cientos, buenas, muy buenas, pasables, regulares y malas, y no quiero alargarme, así que mencionaré sólo algunas de las que califiqué con un " Excelente" entre las que me ayudaron a recorrer los caminos de la imaginación en estos nuevos tiempos difíciles:

"A flash of green" dirigida por Víctor Núñez, con el admirado Ed Harris.
"Antes que el diablo sepa que has muerto"  dir. Sidney Lumet, con Philip S. Hoffman
"Beyond to see" Dirige e interpreta Kevin Spacey. !Vaya uno!
"Conspiración de silencio" dir. John Sturges, interpreta Spencer Tracy. Qué decir...
"Camino a la libertad" dirige Peter Weir, Ed Harris de nuevo, pero todos buenos, y esos paisajes!
"Donde está la casa de mi amigo"  Dir. Abbas Kariostami. Impresionante, hay que aguantar las emociones.
"De dioses y de hombres" Dir. Xavier Beauvois, Uff, Interesantísima.
"El discurso del rey".Dir. Tom Hooper y Colin Firth forever, de la comedia más tontorrona al drama mas truculento.
"El amor bajo el espino blanco" Dir. Zang Yimou, como cualquier otra suya.
"En el valle de Elah" Dir. Paul Haggis, con Tommy Lee Jones, Charlize Theron, Susan Sarandon,..que puedo decir.
"El vuelo" Dir. Robert Zemeckis, con Denzel Washington, fantásticos y fantástica.
"El fuego y la palabra" dir. Richard Brooks, con Burt Lancaster en una interpretación extraordinaria y Jean Simmons.
"Banquete de bodas" Dir, Richard Brooks, con Bette Davis y Ernest Bornigne. No va más.
"El capital humano" Dir. Paolo Virzi, con Valeria Bruni Tedeschi, Fabrizio Bentivoglio entre otros todos buenos.
Jimmy`s hall, Dir. Ken Loach
"Los descendientes" Dir. Alexander Payne, con George Clooney, "el completo"
"La solución final" Dir. Frank Pierson, interpreta el fabuloso Kenneth Branagh
"Magia a la luz de la luna" Con Woody Allen siempre a muerte.
"Mister Turner" Dir. Mike Leigh, actua el gran Timothy Spall
"Senderos de gloria" Kubrick-Douglas, y "Ser o no ser" Lubitsch-Lombard, revisitadas una y otra vez, como "Vidas cruzadas" de Robert Allman, con Madeleine Stowe.Julianne Moore, Tim Robbins, y otros grandes.
Como veis la lista lleva un orden alfabético y queda sometida a opiniones; éste es el gusto mío.

A todos ellos gracias, gracias, de parte de mi imaginación, por tantos momentos maravillosos. Esdedesear