Mostrando entradas con la etiqueta psicología. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta psicología. Mostrar todas las entradas

Phármakos o Kátharsis (2)

"La historia del lenguaje es como la trama de una novela gótica en la que alguien fabrica compulsivamente un monstruo al que no tiene poder de eliminar". Paul de Man

"La verdad; metáforas desgastadas que han llegado a ser firmes, canónicas y vinculantes y de las que nos hemos olvidado que son sólo ilusiones" F. Nietzsche.

Hablo muchas veces de la búsqueda personal de la verdad, siempre muy advertida de lo ilusorio de la empresa. Como sabeis llamo verdad no tanto a un espacio de inmediatez o lucidez en el que todo se clarifique, doy por descontado lo imposible de esa búsqueda, sino al mejor esclarecimiento del lenguaje con que referimos nuestro "ser-estar" en el mundo, porque el lenguaje es la máscara, la primera imagen especular de nuestra naturaleza. Quiero decir, en lo único que creo es en el intento de llegar a ajustar lo más posible qué es lo que queremos decir cuando decimos algo, como sujetos, como individuos, como comunidad.

Ese "arar el lenguaje", al estilo wittgenstein, en ocasiones se tropieza, como el mismo arado surcando los campos, con obstáculos que paralizan la ilusión de continuar. La perplejidad ante determinados discursos, a veces los más coloquiales, entre amigos, a veces los que provienen de ámbitos más generales, de las propias normas que consensuamos o simplemente aceptamos pasivamente, el asombro, me hace sentirme fatalmente indentificada con esos dos fragmentos del principio, de de Man y Nietzsche.
Una fuente de perplejidad permanente suele ser la que mana del campo de la política, mejor dicho de los políticos, y de su reflejo en la ciudadanía apática que somos "comiendo de todo", escenificada en la expresión todos-mienten-sabemos que mienten-no hacemos nada por cambiarlo....¿que rayos estamos votando?. Otra fuente, a lo largo de la historia, ha sido el campo de fuerzas que exceden al sujeto, es decir la sociedad con su maquinaria institucional , donde se desarrollan comportamientos que por su regularidad aceptamos como leyes, siendo esta regularidad la respuesta a la voluntad de unos hombres de perpetuar su dominio sobre otros (en palabras de Manuel Cruz, en "Tiempo de narratividad". El sujeto entre la memoria y el proyecto), que han supuesto para mí un punto de inflexión hace ya muchos años), del que todos, no lo olvidemos,dominadores y dominados, sacamos algún partido, una tajada.

Un saco sin fondo de esas relaciones de dominio por ejemplo es todo lo relacionado con la salud, un dominio al que es fácil entregarse por la propia vulnerabilidad humana pero que aumenta a medida que la inmadurez de la sociedad potencia un nuevo derecho humano: el bienestar sin límites.
Un ejemplo: Este es uno de los muchos trastornos que se tipifican en el DSM IV, el manual para establecer criterios de diagnósticos de trastornos mentales para los profesionales de la salud, que dice así

Criterios para el diagnóstico deL F91.3 trastorno negativista desafiante (313.81)

A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos:

1. a menudo se encoleriza e incurre en pataletas
2. a menudo discute con adultos
3. a menudo desafía activamente a los adultos o rehusa cumplir sus obligaciones
4. a menudo molesta deliberadamente a otras personas
5. a menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento
6. a menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros
7. a menudo es colérico y resentido
8. a menudo es rencoroso o vengativo

Nota: Considerar que se cumple un criterio sólo si el comportamiento se presenta con más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables.
B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral.
C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.
D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.

Decía Cela que durante su infancia a los niños les estaba prohibido terminantemente molestar a los mayores, en la mía idem. Las normas, los límites, acertados o no, su cumplimiento, son facilmente aceptados por un niño, y además le fortalecen en la creación de hábitos, lo que no ayuda nada es diagnosticarlos como enfermos, etiquetar la normalidad como trastorno, y hacerlos crecer en un sistema familiar fraudulento.
¿Phármakos o kátharsis? Esdedesear

Phármakos y kátharsis (1)

"El problema que siempre me ha interesado, como he señalado al principio, es el problema de las relaciones existentes entre sujeto y verdad:¿Como entra el sujeto a formar parte de una determinada interpretación, representación, de verdad? La primera cuestión que me he planteado ha sido: ¿Como ha sido posible que la locura haya sido problematizada, a partir de un momento preciso y tras toda una serie de procesos, en tanto que enfermedad, respondiendo a un tipo determinado de medicina? ¿Qué lugar se le ha asignado al sujeto loco en ese juego de verdad definido por un saber o un modelo médico? ...no era simplemente recurriendo a la ideología como se podía dar cuenta de ese fenómeno. Existían, de hecho prácticas. y muy especialmente esa importante práctica del internamiento que se había desarrollado desde comienzos del siglo XVII y que había sido la condición para la inserción del sujeto loco en este tipo de juego de verdad-que me reenviaban mucho más al problema de las instituciones de poder que al problema de la ideología. Y fue de este modo como tuve que plantear el problema de las relaciones poder/saber, un problema que no es para mí el fundamental, sino más bien un instrumento que me permite analizar, de la forma que me parece más precisa, el problema de las relaciones existentes entre sujeto y juegos de verdad."
De entrevista Michel Foucault en Revista Concordia nº6, 1984. Incluída en "Hermenéutica del sujeto" por Michel Foucault. Ed. La piqueta.

"Aunque los conceptos de la cultura, (como los del psicoanálisis) son abstractos, de hecho están muy relacionados con las preocupaciones personales más profundas del individuo. Aluden a asuntos tan íntimos que pasan a menudo a ignorarse en el mismo momento en que la gente empieza a comprender sus implicaciones... La mayor parte de las dificultades que unas personas tienen con otras pueden achacarse a distorsiones de la comunicación. La buena voluntad, en la en la que tanto se confía para resolver los problemas, muchas veces se derrocha innecesariamente ya que no se consigue comprender lo que se está comunicando.
Al ampliar su conocimiento de las fuerzas que constituyen y controlan su vida, la persona de tipo medio puede lograr para siempre dejar de vivir atrapada por el poder de un comportamiento que está dominado por las pautas de las que no es consciente."
De "El lenguaje silencioso" Por Edward T.Hall

He escogido estos dos fragmentos, del filósofo Foucault y del antropólogo Hall, que me sirven para situar dos de los intereses fundamentales de la trayectoria profesional y personal (modelo masculino "real" en este caso, aunque también de la vida literaria como diré más adelante) de Carlos Castilla del Pino, neurólogo, psiquiatra y ensayista, que concedió al análisis del lenguaje un lugar fundamental en sus investigaciones lo que, a mi juicio, junto con su carácter luchador que no se arredró ante las cirscunstancias demodelodoras personales, profesionales, ideológicas, políticas y sociales que le acompañaron en su vida, contribuyó a una nueva forma de psiquiatría en este país y a una concepción diferente, liberadora, de los problemas mentales, consiguiendo que se les restituyera el carácter de normalidad. En definitiva contribuyó a establecer nuevas relaciones entre saber y poder, y sujeto y verdad, como indicaba Foucault, en una hermenéutica desmitificadora ilustrada por el psicoanálisis freudiano.

En su despacho cuelgan los retratos de Ramón y Cajal y Freud: "Freud no renunció al biologismo en el desarrollo de su vida intelectual. Los términos de la mente podían ser enfocados o desde un punto de vista neurofisiológico o estrictamente fenoménico". Todo ello y mucho, muchísimo más, queda reflejado en la generosidad de esas dos obras autobiográficas de lectura apasionante que son "Pretérito imperfecto" y "Casa del Olivo", que no sólo nos transmiten su enorme y atractiva personalidad sino que iluminan profusamente una parte de la historia de España, con una prosa inteligente, sencilla, natural, cálida, y un contenido intelectual ambicioso y entusiasta positividad que te contagia. Ambos son ese tipo de libros que no quieres que se acaben y él es ese tipo de modelo que quieres reproducir porque esdedesear.

P.D. Traigo aquí esta entrevista, en tres incómodos plazos, que le hizo Baltasar Magro en su fantástico programa desaparecido "De Cerca"`, por si os interesan.

http://www.youtube.com/watch?v=97C5N_WT42o&feature=channel_page
http://www.youtube.com/watch?v=Ex9D5tDg70o&feature=channel
http://www.youtube.com/watch?v=I0LYvgkp_Co&feature=channel