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Viejos,rojos y/o bondadosos

"Con el objeto de saber lo que he de hacer para que mi querer sea moralmente bueno no necesito ir a buscar muy lejos una especial penetración. Inexperto en lo que se refiere al curso del mundo, incapaz de estar preparado para todos los sucesos que en él ocurren, me basta con preguntar:¿puedes querer que tu máxima se convierta en ley universal? Si no, es una máxima reprobable..."


"El conocimiento de lo que todo hombre está obligado a hacer, por tanto, también a saber, es cosa que compete a todos los hombres, incluso al más común. Y aquí puede verse, no sin admiración, cómo en el entendimiento común humano la facultad de juzgar practicamente es muy superior a la de juzgar teóricamente."


"... puede acertar igual que un filósofo (el entendimiento común) y hasta casi con más seguridad, porque el filósofo sólo puede disponer del mismo principio que el hombre común, pero, en cambio, puede muy bien enredar su juicio en gran cantidad de consideraciones extrañas y ajenas al asunto, apartándolo así de la dirección recta. ¿No sería entonces lo mejor atenerse en cuestiones morales al juicio de la razón común y, a lo sumo, emplear la filosofía sólo para exponer cómodamente, de manera completa y fácil de comprender, el sistema de las costumbres y sus reglas para el uso(aunque más aún para la disputas) sin quitarle al entendimiento humano común su venturosa sencillez en el terreno de lo práctico, ni empujarle con la filosofía por un nuevo camino de investigación y enseñanza?.
De "La fundamentación de la metafísica de las costumbres". Por Inmanuel Kant.


¡Vaya semanita! Desde mi última entrada del viernes pasado anduve a catarsis por día, casi. Empecé el sábado por la tarde asistiendo a una sesión de cine con la proyección de "Una historia verdadera", de David Lynch. Supongo que ya la habreis visto, si no es así os la recomiendo mucho. Hoy no tengo ganas de hablar de sus virtudes plásticas, son muchas, la banda sonora, los escenarios, porque la faceta humana de sus personajes corrientes se me impone y además se trata de una historia real. Es fantástica. Y cuando más comprometida me encontraba con lo único que merece la pena- revalidaba una vez más yo-, llega el domingo y con él los resultados de las elecciones, todo mi gozo en un pozo. Confiaba mucho en los efectos catárticos de la crisis, pues "va a ser que no", que la catarsis la tengo que seguir haciendo por mi cuenta, y que conste que ésto mismo tiene su puntito, el de seguir pudiendo perseguir esa utopía que la izquierda se encarga una y otra vez de frustrar. Sí, estoy convencida de ello. Las perversiones y complicidades bastardas, que la alejan del auténtico ideario acaban pasando factura..., o no, yo que sé. Porque como nos dice Kant, puedo estar enredándome en consideraciones extrañas tratando de darle vueltas a cómo encontrar el camino recto hacia la verdad. Y la verdad está delante de nuestras narices, ni siquiera necesita caminos. Vereis qué cerca está.


Como la simple publicidad de cualquier programa de televisión, o la publicidad en general, me tiran "patrás" no hice caso de este programa de televisión que se llama El Secreto, que en su momento no vi, ni pienso ver otro porque con uno es más que suficiente. Una amiga me habló de él y entonces vi el video (éste que os indico abajo). Lloré y lloré. Estas personas, anónimas, (el empresario, sin despreciar su virtud, me parece lo de menos) sencillas, comunes, que viven aquí, en mi ciudad, al lado de mi casa, conocen "la verdad". Conocen lo que es la "voluntad buena" que Kant buscaba fundamentar filosóficamente. No hay mejor fundamento que esta práctica generosa y abnegada. Ellos sí pueden responder con absoluta seguridad ¿quieres que tu máxima se convierta en ley universal? Y después de ésto, a qué me dedico yo? Porque ésto sí que esdedesear. Lo demás puritito narcisismo.



http://www.antena3videos.com/video/4354/el-secreto/ultimo-programa/el-secreto-parte-1